Blanca
Suárez

En la sesión de fotos se comporta de forma eficiente, predispuesta y profesional, y se toma muy en serio su trabajo. Cambia de pose y expresión con rapidez y naturalidad. Pero detrás de toda la amabilidad y cercanía se esconde una de las actrices más aplaudidas y reconocidas en España. Blanca Suárez (Madrid,1988) es muy realista, tiene los pies en el suelo y sabe lo que quiere. Hablamos con ella sobre la belleza, los propósitos nuevos y mucho más.

Sales en la portada de nuestra revista. ¿Una se acostumbra a esto? Te acostumbras a las sesiones de fotos, a relacionarte con las revistas y a tener contactos esporádicos con el mundo de la moda... Es decir, hay una parte a la que te habitúas y que forma parte de tu vida y de tu trabajo, pero la verdades que me sigue emocionando.

¿Cuál ha sido el papel que más te ha marcado? He tenido la suerte de que ha habido muchos proyectos que me han marcado tanto profesional como personalmente. Ha habido mucho movimiento y muchas emociones, así que no podría quedarme con un solo papel. En cada momento dela vida te van marcando diferentes cosas. No creo que unas sean más importantes que las otras, porque al final, el resultado es que todas te han marcado y por todo eso has llegado a ser quien eres en el trabajo y en tu vida personal.

¿Es cierto que las barras de labios son tu perdición? Sí, siempre apuesto por las de acabado mate. Las máscaras de pestañas también me encantan, pero tienen que tener un cepillo muy concreto, soy un poco maniática de eso [ríe], y aplicarlas de una forma muy concreta.

¿Y qué ves cuando te miras en el espejo? Es muy probable que vea millones de cosas que la gente no ve. Además, hay veces que te miras pero no te ves porque estás pensando en otras cosas.

¿Cuál es la mejor crítica que te han hecho? Supongo que las que tienen que ver con que haya un equipo de trabajo o un grupo de personas que se siente bien conmigo, ya sea trabajando o de viaje o en la cena. Porque hay veces que cuando eres famoso, la gente saca muchas conclusiones de ti sin haberte conocido...

¿Y cómo logras mantener los pies en el suelo? Porque el estado de no tenerlos dura tan poco... O sea, yo he tenido la suerte de vivir momentos muy increíbles, pero sé que son como piquitos de la montaña, o sea, es inviable estar un mes entero así, aunque sea un mes bueno. En algún momento vuelves a tu casa, pones una lavadora, terminas un rodaje y vuelves a tu estado habitual y a rodearte de gente lo más normal posible.

¿Y eres de las que hacen una lista de propósitos para el Año Nuevo? No, porque implica como quitarle valor al resto del año, algo que me pone un poco nerviosa. De hecho, es en la segunda mitad del año en la que yo suelo coger bastante carrerilla. Soy de las que de la noche a la mañana se pone a hacer deporte a muerte y, de repente, en abril, ya estoy lista para el verano. Yo creo que es algo que tiene que ver mucho con mi trabajo porque mi cabeza no funciona mucho por épocas, o sea, por el calendario por el que quizás se rige el resto de personas. Por ejemplo, yo puedo tener vacaciones otros momentos del año, etc. Las Navidades son las Navidades, pero en verano la gente se va de vacaciones y, a lo mejor, a mí me toca irme en mayo. Por eso, el AñoNuevo no es un momento de fin y comienzo para mí. Es un momento de reuniones y de fiestas, pero no lo veo como un cierre de ciclo como tal.